Se me tiempla el corazón al sonido de tu voz y se suben mariposas a mi panza; se maquilla una ilusión y el olvido dice adiós anonadando nuevamente mi mirada…
… Uso el cielo de razón para explicarte este amor y entregarme sin dudas en tus ansias, es que encuentro en tu interior una magia de los Dos (2) que nos mantiene vivos sin razón.
Cedes a lo dulce, Cedo a lo agrio hoy; envolvemos nuevos sentimientos, entendemos que mañana solo basta el corazón para querernos sin calma y admiración.
Callas un amor que amordazas con exaltación para no rendirte en mis entrañas; el calculo de esta delirio cubre cualquier dolor que habita en nuestras almas, desplazando cualquier error que salga de palabras.
Habitamos en el esplendor de una puesta de sol que permanece en la contemplación, transformando los colores de ese cielo en matices para la voluntad de mi apacible voz, de tu maravillosa exclamación.
Te animas a expresar ese furor que por dentro canta hoy, desplazando cualquier incertidumbre que se cobija en tu interior…
Me animo a sonreírte para que de ti salga lo que quieres gritar, pues solo TÚ mantienes mi inspiración y enalteces mi imaginación.
Llegas siempre a mí, llego siempre a ti, acabando cualquier pronostico de la rabia…
… ésta alma que lamentan un adiós que decimos sin pensar y caemos de nuevo en lo inevitable,
Querernos poco a poco y en constancia.
Autor: Daviana Alvarado
P.s: Juntos siempre vamos
Al compás de las miradas...
Cegamos los sentidos
Cargando los latidos que nos propicia este amor
sin palabras.
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