Es inevitable NO girar tu cabeza para mirar los recuerdos que se
enclaustran en una habitación repleta de añoranzas, es una contemplación
clavada en una cumbre que no lograste alcanzar, son unas manos que no se cansan
de deletrear palabras que va dictando un corazón un tanto paciente, dócil y
necio, ese insulso, que no le importa
terceros.
Ninguna relación lleva enganchada una rúbrica
de advertencias, solo los involucrados, son los que se adentran a una aventura
desconocida, un nada, que se puede volver todo en el camino, para concluirlo
con una deserción, en esta guerra que se esta llevando mucho, que esta acabando
con sueños, que no se quiere ir.
No eres el único que camina pensando día y
noche en una solución concluyente para desaparecer
esta tortura que se desata en tu interior; muchos lidiamos con movimientos conspirativos
en la imaginación, que son encerrados para que no vayan en contra de la
naturaleza del destino.
Es inevitable que no se acelere la respiración
de vez en cuando con una sonrisa, aunque precaria, sonrisa al fin…
… sonidos del silencio que dejamos en lapsos de tiempo vacios, que solo los llena una canción
de recuerdo.
Días estoicos, que pesan en un calendario,
ese que cuelga en tu puerta o en la pared que yacen los pensamientos más
inolvidables; días que fueron ayer, días que son mañana, días que aprendiste a
vivir.
No eres el único con esa historia, muchos lidiamos con unas memorias que van de la mano
con el corazón.
P.s: Para un amigo que le llora el corazón
que se se me esta encerrando en el dolor,
le esta dando paso a la desilusión... Animo.
Autor: Daviana Alvarado
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