Quisiera reprimir de mi memoria tantos recuerdos que vienen quebrando mi corazón; borrar la última vez que me miraste sin pronunciarme
una palabra, solo dejaste que abrazara tu ser mientras tocabas mi corazón.
Quiero cohibir a mis pensamientos, para evitar volcar fotografías de las
miles de veces que me sonreías fijamente, penetrándome el alma y expandiendo tu
amor por doquier.
Como podre regalar sonrisas, si las pocas que me quedaban se esfumaron ante
tan inclemente sufrimiento, huyeron de mi realidad.
Oscureció en Julio, me dejaste con mi pila de historias sin contar, con
grandes canciones sin entonar y un mar de soledad que se escondía ante la
inmensidad de tu amar.
Te creía inmortal, siempre te ame y te quedabas, no me fallabas; donde se
bota tanta expectativa, tanta credulidad innecesaria; como se exilia tanto
dolor del alma, si de ti no me imagine una despedida en estos momentos, justo
cuando todo es trizas, es nada.
Ayúdame a seguir desde donde estas, envíame luces del cielo que brillen es
estos días tan sombríos, no me olvides…
…
A.C.C.
Autor: Daviana Alvarado
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