Así es, mi amistad CON ÉL

Mi amigo y yo solemos mirarnos persistentemente... Nuestras miradas expresan más mensajes que nuestras propias voces...

Mi amigo y yo solo reímos, son risitas de nervios y gusto, risas que transmiten un aire distinto a cualquiera; hablamos y se va el tiempo, dejamos saber que nos extrañábamos y de nuevo una sonrisa se  dispersa; me abraza como si nada existiera…

…Sus abrazos encierran la preciosidad de un suspiro y la serenidad de un silencio, son tan fuertes que encarcela mi corazón, dejándome sin respiro; es mi alegría cuando una lágrima se escapa, llega entre lo lejos e impone su presencia malcriada; el quiere ser el primero en mi vida, no quiere que otros "compañeros" ocupen su lugar, no tolera saberlo...

ÉL, es suspicaz, malcriado, necio; se comporta como un niño cuando no le doy afecto... Sus manos son muy traviesas, y sus besos se cuelan en lugares sensitivos; acerca su inocencia y solicita réplica de mi parte, pero nos arraigamos del sosiego…

Mi amigo es complicado, pero aun así, el sabe que estaré para abrazarlo cada vez que quiera, para dejarlo sin palabras cada vez que de mis labios salga algo intimidante para su persona... poseemos una historia un tanto extraña, la cual, hace que olvidemos el mundo cuando trazamos nuevos capítulos; es una historia que solo se esta narrando pero que jamás será vivificada...

…Yo lo ADORO, y el lo sabe… Ocultamos sentimientos y es incuestionable.

El tiempo se apremia a nuestro alrededor y se hace injusta una despedida, queriendo un gesto ser parte del instante, pero aún no se atreve a interferirse.

Mi amigo esta analizando éstas líneas y sonríe, pero lo hace en el silencio de su espacio; se emociona en saber que escribí acerca de nosotros, pero sencillamente me hará saber que su tiempo es tan insuficiente, que no ha obtenido la oportunidad para pasear su presencia por acá.

Así es mi amigo…

Autor: Daviana Alvarado.