lunes, 14 de marzo de 2011

Tú sola PRESENCIA

Cuando tu sola presencia es capaz de enajenar mis sentidos, la razón entiende que ya este corazón dictó un fallo.
Cerrar los ojos para no distinguirte, es el medio habitual que practico cada noche en el silencio de mi habitación; abrigarme los oídos en las mañanas para no escuchar la acústica de tú voz, es como, mi infusión motivadora  para sentir que estoy haciendo las cosas de la mejor manera; cercenar mis labios  en cada choque con tu ser, es el desafío mas inhibidor que he llevado a cabo con el trascurrir de mis días.
No esta siendo fácil asumir esta Limerencia, es frustrante, es desabrido, es la hiel de cada suspiro; yo no lo decidí, no me idee esta historia, no contaba con la expansión de mis sentimientos más allá de la cognición, más allá de este universo; más allá de mí…
…Mis manos te sienten, te buscan, te quieren seducir; pero la racionalidad me irrumpe, logrando recordar que a mi lado, está quien debería ocasionar en este humano algo más que un sentimiento de culpa, algo mas que un  agradecimiento de vida, o una risita fingida.
Es hora de silenciar el corazón, de forzarlo a ser  común, de animarlo a encajar en la sociedad que estaba acostumbrado  antes de conocer  ese  estado emocional surcado por la alegría y la satisfacción; es tiempo de complacer la conciencia y los sentimientos impropios; ya que en este espacio los míos se sofocan en la ansiedad.
“Seguimos con la vida, pero importunamos los sueños”.

Nota: La Limerencia fenómeno emocional cognitivo involuntario
 Producido en ciertas personas y vinculado al enamoramiento;
Aunque este estado a diferencia de un enamoramiento a primera vista
Puede durar meses, años e incluso toda la vida. Se caracteriza por una
Gran cantidad de pensamiento intrusivo y pronunciada sensibilidad a eventos
 Externos que pudieran reflejar la disposición del objeto limerente hacia el individuo.
Puede ser experimentada como intensa alegría o como extrema desesperación,
Pudiendo esto variar dependiendo de la situación respecto de la otra persona.

Autor: Daviana Alvarado

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