Nada es perfecto en esta vida, todo tiene su tiempo, su espacio, su gracia y justicia.
Mirando historias ajenas a mí, me doy cuenta que la vida esta llena de episodios agrios y un tanto irracionales para un corazón que es capaz de agrietarse por tanto desorden emocional.
Los seres humanos nos perdemos sin entender que es vivir, sentir y como se debe crecer, arrastramos decisiones que hirieron a los que anunciábamos como amigos y colocamos nuestra superficial alegría sobre uno de los sentimientos más sagrados como lo es la amistad; creemos tener completo control en nuestras vidas y se nos va la independencia para que nos esclavicen el alma en una falsedad que ilusionamos con una gesto cada mañana…
… Retocamos sentimientos, justificamos hipocresías e intentamos una y otra vez vivir lo que esta años luz de nuestro lado; somos temerosos de amar y ser amados, y cuando amamos se vuelve mas una cuestión de supervivencia que de sentimiento y grandeza.
Erramos, enseñamos y nos herimos, y aun así, sigue un sentimiento alojado que se enaltece con el trascurrir de los días y nadie lo puede entender, y nosotros mucho menos lo podemos explicar, así te quiebre, y te arruine la razón.
El amor duele porque es imperfecto; imagínate... le dolió a Dios, y eso que, el de el, fue, y es, el mas maravilloso y PERFECTO AMOR, el mas puro y a tiempo.
Duele, porque cada fibra de ti es manipulada por ese sobresalto llamado AMOR, que abarca centímetros de llantos y largos insomnios; por eso es imperfecto porque no existe la coherencia para explicar que algo tan bello pueda tirarte por unas escaleras hacia el vacio.
Agradezcamos a Dios por su amor perfecto, y por los imperfectos que se aloja en nuestras vidas, porque nos hacen fuerte y más valientes, pero solo a aquellos, que verdaderamente saben y llegan a enamorar almas.
Autor: Daviana Alvarado
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