Cuando vas caminando, pensando en
quien tienes clavado en el corazón todo se torna distinto, y es sumamente
inaceptable para la sensatez de tu ser aceptar cuestionamientos.
Si tan solo pudieran albergar en sus adentros una mínima parte de lo que lo que logra transformar un amor, no dudarían; si sus miradas se apasionaran sinceramente con la imagen de una sonrisa, no existieran palabras insensatas.
No se comprende lo que no se siente...
Si tan solo pudieran albergar en sus adentros una mínima parte de lo que lo que logra transformar un amor, no dudarían; si sus miradas se apasionaran sinceramente con la imagen de una sonrisa, no existieran palabras insensatas.
No se comprende lo que no se siente...
…Se siente lo que se vive, y viviendo es que se logra crear historias en tu vida, con altos, con bajos, con tristezas, con sonrisas; con ese toque de magia que marca una experiencia.
No
puedes exigir control a las emociones; si tus pies se despegaran de la tierra
con unos simples recuerdos, si tus pupilas se dilataran con palabras dichas a
tiempo repletas de ilusión, no llevaras
tanto lio emocional en tu camino.
No preguntes lo
que el cielo grita con el viento, no recrimines un “Nosotros” solo porque no
comprendes las razones, no recrimines un pasado, si no te atreves a apoyar un
presente y ruegas al cielo porque no se cumpla ese tan añorado futuro.
Vive,
enamórate, goza lo que tienes, así traiga dolor, exaltación; así tilden de
tontos tus sentimientos en tu ausencia.
Nadie,
puede recrear tus emociones, ni que lo intenten podrán contar tu historia; solo
tu la escribes, parte de ella; porque el
verdadero libreto, lo guardas en tu memoria.
“No juzgues mi
amor, si no conoces sus emociones”.
Autor:
Daviana Alvarado
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