Se agradece la intención, más NO se cree la moción, sus palabras no concuerda con las acciones que hoy deja.
Se agradece lo que dio, nunca nadie lo obligó, su albedrío aún cuenta para la razón.
Se creyó en su amor, se le quiso sin temor, destruyó credibilidad en sus mensajes, castigó un corazón, rompiendo la ilusión, opacando cualquier brillo de su cielo.
Se despide la intuición, recordándole señor, que la vida algún día se nos gira, quedará donde ando yo, y pasare saludándolo recordando vivencias hoy, pero jamás volviendo a conquistarlo.
Arrepentimientos y disculpas no, cuando tarde sea señor, el tiempo lo tuvo un día a su favor, no valoro la ilusión, el minuto se esfumó y el segundo lo clavo en el olvido.
A la orden SI esta hoy, quien le brindo un amor, diferente al que usted acostumbraba, no lo culpo mi señor, actualmente vale mas quien le agradezca la presencia en monetario.
Aproveche su ilusión, y ojalá la dichosa adhesión, produzca la moneda suficiente, pues el que nace de ilusión se cría despilfarrador termina enajenado para siempre.
A la orden estamos mi señor y recuerde siempre que HOY, le enseñaron una lección de cortesía...
... “A la orden se pone señor, quien sabe dar con el corazón, apréndalo no estaré para recordarlo”.
Autor: Daviana Alvarado
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