No extrañes
lo que tantas veces desechaste, lo que tantas veces alejaste.
Hay daños
irreversibles, pero hay corazones ligeros que perdonan y no es necesario un
confesionario y unas tantas penitencias para que llegues a sentir paz.
Volver a casa
nunca será igual para quien siempre estaba acostumbrado a ser amado sin amar, a
quien encontraba sin buscar, para ese que palpaba sin tocar y sonreía sin razón.
Es apacible
el viento que se respira desde este lugar; no lo niego, puede que sea un tanto
irritante algunas veces y haga que retorne de manera ilógica al pasado, pero
parpadeo y caigo en cuenta en lo bendecida que estoy siendo en el presente, no
juzgo tus acciones, nunca lo he hecho, tendría que poner en tela de juicio lo
que se vivió, me falto valentía para haber escrito esto hace tanto tiempo atrás…
…Atrás quedaron
sueños que quise hacer realidad, no me arrepiento de todo lo que sentí, estaría recriminando mi tan pateado e
ignorado corazón, el que seguramente buscas en cualquier rincón que registre algún
gesto de mi. No hace falta en realidad
un escrito mas para ciertas situaciones, pero faltará vida para ir redactando
el argumento que utilizaremos ante Dios, el
mio se resumirá a la frase “Demasiado
tonta para ser verdad”, espero
encuentres las palabras exactas para el único que conoce tu ser y no se
marchara jamás.
No extrañes lo que tantas veces excluiste.
Autor: Daviana
Alvarado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario